Filadelfia (EE.UU.), 4 nov (EFE).- La actriz Julia Louis-Dreyfus, que interpreta a una desastrosa presidenta de EE.UU. en la comedia ‘Veep’, apuró este lunes las últimas horas antes de las elecciones para hacer campaña a favor de la demócrata Kamala Harris en el decisivo estado de Pensilvania y advertir de que no sería nada “gracioso” si ganara el republicano Donald Trump.
La intérprete compareció ante la prensa en el centro de Filadelfia junto a su alcaldesa, la demócrata Cherelle Parker, donde comparó al magnate neoyorquino con su personaje, Selina Meyer, quien inicia la serie como vicepresidenta y luego asume como mandataria.
“Cuando interpreté a una presidenta muy horrible, grosera e incompetente en televisión, solo tratábamos de ser graciosos. Pero este país no se puede permitir que Donald Trump sea de nuevo un presidente horrible, grosero e incompetente en la vida real. No sería gracioso”, declaró la actriz.
Louis-Dreyfus se deshizo en elogios hacia Harris, quien “es dura, disciplinada y está enfocada en el futuro para ayudar a los estadounidenses” mientras que “el otro tipo es una vulgar manguera de caos”, opinó.
La actriz recordó que algunos colaboradores de Trump lo han calificado de “fascista” y puso como ejemplo la historia de su familia para exhortar a la gente a votar.
“Soy hija de un inmigrante que vino a Estados Unidos para escapar del fascismo en Europa, mi abuelo se unió a la resistencia francesa para luchar contra los fascistas. Bueno, ¿adivinen qué? Ahora es nuestro turno”, relató.
La actriz subrayó además que las mujeres estadounidenses “no son estúpidas” y se mostró convencida de que votarán en contra de Trump porque no olvidan que el republicano les arrebató sus derechos reproductivos.
Louis-Dreyfus recalcó que si todo el mundo sale a votar en Pensilvania, Harris “ganará este estado y ganará la presidencia, y Donald Trump perderá, gritará y se quejará de los resultados”.
“Pero no importará porque Kamala Harris estará en la Casa Blanca, siendo la presidenta de todos los estadounidenses”, sentenció.
Los 19 votos electorales que aporta Pensilvania, el mayor de los siete estados bisagra, son la joya de la corona de las elecciones del martes, en las que las encuestas dibujan un escenario tan ajustado que hacer predicciones resulta imposible.
Este estado del antiguo cinturón industrial del país votaba tradicionalmente demócrata hasta que Trump le dio la vuelta en 2016 y, cuatro años después, Joe Biden ganó al republicano con un estrecho margen de 80.000 votos.
