Imagen vía web Gobierno de México
La flor nochebuena: roja como la sangre, nativa de México y símbolo universal de las fiestas navideñas
Conocidas en náhuatl como cuetlaxóchitl, estas plantas eran utilizadas por los mexicas en rituales y representaban pureza y renovación; además formaban parte de los jardines botánicos de Netzahualcóyotl y Moctezuma y que, tras la llegada de los españoles, fue adoptada en celebraciones cristianas, vinculándose con la festividad navideña pues coincidía con el simbolismo católico que fue retomado para adornar los nacimientos.
Fue usada por primera vez en para las festividades navideñas en el siglo XVII, en Taxco, Guerrero y la sociedad novohispana de la Colonia fueron quienes la empezaron a usar para decorar guirnaldas y a pesar de que el rojo es el color más popular en estas flores, existen al menos 100 variedades de las que se destaca el amarillo y el salmón también.
También tiene propiedades medicinales ya que es utilizada para aliviar enfermedades respiratorias como anginas, tos, paperas, afecciones del corazón y rabia. En los estados de Ciudad de México, Moreslos, Puebla y Sonora se administra de manera oral para promover la secreción de leche.
Además de su belleza, las nochebuenas poseen simbolismo universal y son un emblema cultural exportado al mundo. Tal ha sido su impacto que el Vaticano se llegó adornar de ellas el 24 de diciembre de 1899; su presencia en hogares y decoraciones navideñas evoca unión y esperanza en cada temporada decembrina.