El fiscal general de Texas, Ken Paxton, presentó este jueves una demanda contra la alcaldía de Dallas tras la reciente aprobación de la Proposición B, una medida que despenaliza la posesión de pequeñas cantidades de marihuana.
La iniciativa fue respaldada por el 66% de los votantes en las elecciones del 5 de noviembre, lo que convierte a Dallas en la primera gran ciudad texana en implementar este tipo de reforma.
Detalles de la Proposición B
La medida prohíbe que las autoridades arresten a personas que porten menos de 113 gramos de marihuana y evita que el olor a cannabis sea usado como motivo para registros e incautaciones, salvo en investigaciones federales. Sin embargo, según la legislación estatal, la posesión de marihuana para fines recreativos sigue siendo ilegal en Texas y puede castigarse con hasta 180 días de cárcel.
Argumentos de Ken Paxton
El fiscal general, aliado del gobernador republicano Greg Abbott, calificó la medida como “ilegal” y argumentó que ninguna ciudad tiene la facultad de anular las leyes estatales. Paxton subrayó que la Constitución de Texas prohíbe a las ciudades ignorar o reinterpretar las normas estatales.
El debate en Texas
Mientras 23 estados de EE.UU. han legalizado el uso recreativo de la marihuana, Texas sigue siendo una de las jurisdicciones más estrictas en cuanto a su regulación. Aunque el cannabis medicinal está permitido en casos específicos, la marihuana recreativa enfrenta una fuerte oposición de los líderes estatales.
La demanda de Paxton es vista por muchos como un intento de reafirmar el control estatal frente a iniciativas locales que buscan aliviar las sanciones relacionadas con la marihuana. Este enfrentamiento reaviva el debate sobre las políticas de drogas en un estado donde los ciudadanos muestran un creciente interés por reformas más progresistas.
