Este viernes, el gobierno de Estados Unidos impuso nuevas restricciones a la importación de productos provenientes de 29 compañías chinas, acusadas de estar involucradas en la explotación laboral en la región de Xinjiang, donde la minoría musulmana uigur ha sido objeto de abusos por parte de las autoridades chinas.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) anunció que las empresas afectadas, que incluyen distribuidoras de productos agrícolas y electrodomésticos, han sido incluidas en una lista negra debido a su vinculación con el trabajo forzado.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, enfatizó en un comunicado que “la explotación laboral es una violación de los derechos humanos básicos”.
Hasta la fecha, Estados Unidos ha incluido a más de 100 compañías chinas en esta lista, y las autoridades aduaneras han sido instruidas para evitar que sus productos ingresen al país.
Esta medida responde a las denuncias presentadas en 2021 por Estados Unidos y otros países ante la ONU, donde se denunció el abuso del gobierno chino contra los uigures y otras minorías en Xinjiang, acusaciones que Pekín ha negado, calificándolas como un intento de perjudicar al país.
Xinjiang es una región clave en la producción de algodón, abasteciendo aproximadamente el 20% de la oferta mundial. Sin embargo, diversas organizaciones han señalado que una parte significativa del trabajo en los campos de algodón es realizada por los uigures bajo condiciones de trabajo forzado.
En 2022, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, bajo la dirección de Michelle Bachelet, emitió un informe documentando graves violaciones contra los uigures, lo que fue rechazada por Pekín, que insistió en que los informes estaban basados en “mentiras” y “prejuicios”.