En la frontera norte de México, miles de migrantes se enfrentan a un futuro incierto mientras luchan por asegurar una cita de asilo en Estados Unidos a través de la aplicación CBP One. Este sistema digital, implementado durante el gobierno de Joe Biden, podría ser eliminado en el próximo mandato de Donald Trump, lo que ha intensificado el clima de urgencia y ansiedad entre quienes esperan en ciudades como Ciudad Juárez, vecina de El Paso, Texas.
Expectativa y temor ante el cambio de gobierno
Con la toma de posesión de Trump prevista para el 20 de enero, migrantes como Ricardo Bravo, de Venezuela, temen que se restablezcan políticas restrictivas como el programa ‘Quédate en México’, que obligaba a los solicitantes de asilo a permanecer en territorio mexicano. “Espero que mi cita sea aprobada antes de que Trump asuma el cargo. Si no, habrá que ver qué pasa”, comentó.
Crisis migratoria en aumento
A pesar de una reducción del 76 % en detenciones diarias en la frontera estadounidense desde diciembre, México enfrenta un récord de más de 712,000 migrantes irregulares en lo que va del año, un aumento interanual del 193 %, según la Unidad de Política Migratoria. Entre ellos se encuentra Fátima García, mexicana que huyó de Campeche por temor a la violencia de género y lleva siete meses esperando una cita en Ciudad Juárez.

Desafíos de CBP One y las críticas
La aplicación, diseñada para organizar el acceso a los puertos fronterizos, enfrenta señalamientos por fallas técnicas, alta demanda y exclusión de los migrantes más vulnerables. “Muchos no tienen acceso a teléfonos adecuados ni a internet”, explicó Lourdes Contreras, voluntaria en un albergue. “La gente está desesperada y cada día sin una cita aumenta su ansiedad”.
Impacto en los albergues y comunidades fronterizas
La falta de soluciones agrava la saturación en los albergues locales y afecta tanto a los migrantes como a las comunidades anfitrionas. Juan Fierro García, pastor del albergue El Buen Samaritano, advirtió que México no está preparado para recibir un flujo masivo si se endurecen las políticas de deportación. “La incertidumbre es enorme. No sabemos qué sucederá con los desplazados”.
Una transición crítica
La expectativa de cambios legales, junto con la urgencia de asegurar trámites antes del 20 de enero, mantiene la tensión alta en la frontera. Activistas y organizaciones humanitarias piden medidas más inclusivas y efectivas para abordar esta crisis que sigue escalando.