Este Día de Acción de Gracias, los viajeros de la mitad oriental de Estados Unidos se enfrentarán a una mezcla de clima desorganizado, con una tormenta invernal que se desplazará desde el medio oeste hacia el este y un aire frío proveniente de Canadá que traerá las temperaturas más bajas de la temporada.
La tormenta, que se desarrollará el miércoles por la noche, se extenderá por el este del país el jueves, trayendo consigo lluvias intensas y potencialmente nieve en algunas zonas. La trayectoria exacta de la tormenta sigue siendo incierta, pero se anticipan dos escenarios posibles:
Escenario 1: Tormenta fuerte y rápida En este caso, la tormenta se fortalecería a medida que avanza hacia el este, generando lluvias intensas en las zonas bajas y nieve en las elevaciones más altas del noreste. Los vientos fuertes podrían causar interrupciones en los viajes aéreos y por carretera, además de derribar árboles y cables eléctricos. La tormenta se desplazaría hacia el norte de Maine el viernes, dejando condiciones secas pero ventosas para el fin de semana.
Escenario 2: Tormenta más débil y lenta Este escenario pronostica una tormenta más lenta que traería lluvias al Atlántico medio durante la noche del jueves. Aunque las condiciones serán más húmedas en esta zona, las probabilidades de nieve se reducirían. Sin embargo, si la tormenta se aleja de la costa, podría generar dificultades en los viajes por el noreste y áreas cercanas, como Nueva Inglaterra.
Independientemente de la trayectoria de la tormenta, una fuerte ola de aire frío canadiense se filtrará hacia todo el este de EE. UU., haciendo que las temperaturas caigan significativamente. Ciudades como Chicago podrían registrar temperaturas cercanas a los 1.6 °C, mientras que algunas zonas del norte sentirán temperaturas propias de enero.
La nieve con efecto lago será otro fenómeno a tener en cuenta. El aire frío sobre los lagos de los Grandes Lagos podría generar nevadas persistentes hasta principios de diciembre.