El alcalde de Denver, Mike Johnston, ha declarado su oposición a las deportaciones masivas anunciadas por Donald Trump para su nuevo mandato en 2025.
Johnston afirmó que no le preocupa ir a la cárcel por rechazar lo que considera una política “ilegal, inmoral y no estadounidense”. Sin embargo, matizó que apoyará la deportación de criminales violentos como asesinos o violadores.
Estas declaraciones generaron polémica entre republicanos, quienes acusaron al alcalde de desafiar las leyes federales. Tom Homan, futuro “zar de la frontera” de Trump, advirtió que interferir con agentes federales podría llevar a cargos legales.
En paralelo, organizaciones humanitarias como Hope Has No Borders respaldan al alcalde y rechazan la presencia militar en operativos migratorios. Andrea Ryall, directora de la ONG, expresó que el despliegue del Ejército en temas migratorios va en contra de los valores estadounidenses.
Reacciones a nivel nacional
- Los Ángeles prohibió la participación de recursos locales en actividades de inmigración federal.
- Los gobernadores de California, Arizona y Nuevo México han señalado que no colaborarán con deportaciones masivas.
- Por otro lado, en Nueva York, el alcalde Eric Adams apoya las políticas de Trump, cancelando programas de ayuda a migrantes y cerrando albergues.
Impacto en organizaciones y comunidades
Grupos como el Centro de Bienvenida de las Montañas Rocosas en Aurora, Colorado, están adaptando sus servicios para apoyar a los migrantes frente a los cambios en las políticas migratorias. Margaret Thompson, su presidenta, destacó la importancia de construir comunidades inclusivas y prepararse para los desafíos de 2025.