El Estadio Monumental de Buenos Aires, conocido como la casa de River Plate, será el escenario de la final de la Copa Libertadores 2024 este sábado, enfrentando a los brasileños Atlético Mineiro y Botafogo.
Con una capacidad de 84,567 espectadores tras su reciente remodelación, el Monumental no solo es el estadio más grande de Sudamérica, sino también un símbolo de la rica historia futbolística del continente.

Inaugurado en 1938, ha sido testigo de eventos icónicos, como la final del Mundial de Argentina 1978 y múltiples finales de la Libertadores bajo el antiguo formato de ida y vuelta. Este año, marca un hito al convertirse en el primer estadio argentino en albergar una final única de este prestigioso torneo.
El vicepresidente de River Plate, Stefano Di Carlo, destacó la inversión de más de 200 millones de dólares en mejoras que incluyen 22,000 nuevas ubicaciones, un anillo interno modernizado, un puente de acceso y una pantalla LED de última generación.
“Esta final posiciona al Monumental y a Argentina en el panorama global, mostrando un estadio moderno con gran mística y capacidad convocante”, señaló.

La final también refuerza el potencial del Monumental como sede del Mundial 2030, un proyecto en el que Argentina busca ser protagonista. La edición 65 de la Libertadores promete una noche vibrante en un estadio renovado que continúa escribiendo su legado en el fútbol internacional.