Fotografía: U.S. Customs and Border Protection, Facebook
Con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en 2025, se espera que la administración utilice herramientas tecnológicas avanzadas, ya utilizadas por el gobierno de Biden, para implementar su promesa de endurecer las políticas migratorias.
Estas tecnologías, que incluyen inteligencia artificial (IA) y vigilancia de alto nivel, han sido empleadas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para monitorear y tomar decisiones sobre la detención y deportación de inmigrantes no autorizados.
El DHS utiliza un algoritmo conocido como “puntuación de huracán” para evaluar la probabilidad de que un inmigrante evada la supervisión. Este sistema, basado en IA, califica el riesgo de fuga de un individuo, ayudando a decidir si se le debe detallar o vigilar.
Además, el programa SmartLINK permite el seguimiento de inmigrantes mediante tecnología de reconocimiento facial y geolocalización, lo que facilita la vigilancia constante de los individuos en procedimientos migratorios.
La aplicación SmartLINK es parte de un programa denominado Alternativas a la Detención, que permite que ciertos inmigrantes permanezcan en el país mientras esperan que se resuelvan sus casos.
No obstante, este sistema ha generado preocupaciones sobre la privacidad y la discriminación, ya que la IA aún no está completamente regulada, lo que podría dar lugar a sesgos raciales o de género.
El presidente electo Trump ha prometido implementar una gran operación de deportación que podría usar estas herramientas tecnológicas para hacerla más eficiente.
Empresas privadas como The GEO Group y CoreCivic Inc. también se beneficiarían, al ampliar su participación en el monitoreo de inmigrantes bajo estos sistemas.