Foto: Denver broncos vía Facebook
En un duelo marcado por la emoción y los giros inesperados, los Denver Broncos se impusieron 41-32 a los Cleveland Browns en el cierre de la Semana 13 de la NFL. La clave fue su defensa, que brilló con dos touchdowns producto de intercepciones, marcando el ritmo de un partido que mantuvo a todos al borde del asiento.
Aunque Jameis Winston deslumbró al lanzar para 497 yardas y cuatro touchdowns, sus tres intercepciones, dos de ellas devueltas para anotación, resultaron decisivas. La última, cortesía de Ja’Quan McMillian, selló el triunfo para Denver al devolver el balón 46 yardas hasta la zona de anotación, convirtiéndose en el golpe final para las aspiraciones de los Browns.
Por su parte, Bo Nix, quarterback de los Broncos, mostró destellos de grandeza con un pase de 93 yardas a Marvin Mims Jr., una jugada que será recordada como una de las mejores de la temporada. Sin embargo, también enfrentó dificultades al sufrir dos intercepciones.
El duelo fue un espectáculo ofensivo y defensivo. Jerry Jeudy, enfrentando a su exequipo, registró nueve recepciones para 235 yardas y un touchdown, manteniendo viva la lucha para Cleveland. Pero la defensiva de Denver, liderada por Nik Bonitto y McMillian, demostró ser implacable al castigar los errores de Winston.
Con esta victoria, los Broncos fortalecen su camino hacia su primera postemporada desde 2016, mientras los Browns deberán analizar los errores que les costaron un juego clave.