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La Danza del Venado es uno de los rituales más importantes de las comunidades yaquis y mayos de Sonora y Sinaloa; es una danza de origen prehispánico y es una representación del mundo natural son sus movimientos, sonidos y música además de la vestimenta y la parafernalia que aluden al venado.
En la danza del venado es protagonizada por un joven que imita los ágiles movimientos del ciervo, entre los elementos que acompañan esta danza el personaje porta bules que son unas grandes sonajas que emiten un sonido similar a la víbora de cascabel; en la cintura porta una tira de pezuñas de venado. Pero lo que más destaca es el tocado: una cabeza disecada de venado; este tocado es sagrado para estas culturas y puede ir adornada con flores, listones o pañuelos rojos o de otros colores.
En el cuello se suele llevar un collar de cuentas blancas y elementos de concha nácar. El torso cambia de acuerdo al estado porque en Sonora el torso va desnudo y en Sinaloa se viste con una camisa.
La danza del venado no se fundamenta en una idea compleja; consiste en un danzante que, mediante la danza, se convierte en venado, replicando sus movimientos, comportamiento e incluso su “personalidad”. Esto implica un proceso significativo de consagración, entrenamiento y preparación.

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Este ritual ancestral sigue vigente, siendo un recordatorio vibrante de la riqueza cultural y espiritual de estas comunidades.