Foto: viveoaxaca.org
A una hora de la capital del hermoso estado de Oaxaca se encuentra uno de los Pueblos Mágicos más especiales de sur de México, San Pablo Villa de Mitla. El nombre de Mitla proviene del Nahuatl “Mictlán” que significa “lugar de descanso” relacionado con los muertos. Este interesante pueblo mágico ofrece paisajes naturales, zonas arqueológicas, cascadas famosas como “Hierve el agua”, artesanías y tradiciones únicas, sin embargo existe una que destaca entre las demás por su antigüedad y son las Bodas Tradicionales. Más allá de ser un simple evento social, estas ceremonias son una verdadera fiesta de los sentidos, en la que se combinan gastronomía, música, rituales y un profundo respeto por las raíces culturales.
El Ritual que Une Tradición y Amor
Las bodas en Mitla, conocidas como Fandango Mitleño, son un reflejo de los valores comunitarios y la riqueza cultural de este Pueblo Mágico. Desde tiempos inmemoriales, estas celebraciones han preservado rituales que honran el compromiso entre dos personas y fortalecen los lazos entre familias y amigos. El evento inicia con la Presentación de los Novios, un acto lleno de simbolismo en el que el grupo folklórico y la banda de viento marcan el inicio de la festividad.
La ceremonia tradicional se lleva a cabo en un espacio emblemático, como la histórica Casa Don Cenobio, donde los invitados son recibidos con chirimía y música típica. Según la costumbre, cada participante lleva una ofrenda al altar, fuma un cigarro como señal de respeto, disfruta de un trago de mezcal artesanal servido en carrizo y degusta un desayuno ritual que incluye los sabores más auténticos de la región.

Foto: viveoaxaca.org
Una Experiencia para los Sentidos
Las bodas tradicionales de Mitla son mucho más que una ceremonia; son una vivencia que transporta a los asistentes a través de los colores, aromas y sabores de Oaxaca. Desde el chocolate preparado con agua blanca hasta los panes ceremoniales que se sirven en tiempos específicos, cada detalle está pensado para deleitar el paladar y honrar la riqueza culinaria de la región.
Durante el día, los invitados recorren las calles del pueblo, visitan palenques de mezcal, conviven con artesanos locales y disfrutan de los paisajes únicos de Mitla. El cierre de la jornada tiene lugar en el Paraje Xhajio, un campo de agaves al pie del cerro La Fortaleza, donde se lleva a cabo el Fandango de Boda. Aquí, los asistentes bailan al son de música tradicional, escuchan el sermón del padrino y participan en una auténtica cata de mezcales, cada uno representando a los novios y sus padrinos.
Ser parte de una boda tradicional en Mitla no solo es un privilegio, sino una oportunidad para conectar con el alma de Oaxaca. En Mitla, el amor no solo une a las personas, sino que celebra la esencia misma de una comunidad orgullosa de su herencia.





Fotos: viveoaxaca.org