La inseguridad en Sinaloa ha llevado al cierre de al menos 108 empresas en los últimos dos meses, según datos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). La violencia en Sinaloa sigue causando estragos.
Este impacto económico, estimado en más de 18.000 millones de pesos (aproximadamente 900 millones de dólares), refleja las consecuencias de la pugna del narcotráfico en el estado. Violencia en Sinaloa también ha desencadenado graves problemas económicos.
En Culiacán, la capital estatal, 85 empresas han cerrado sus puertas, mientras que 23 más han cesado actividades en Mazatlán, un importante destino turístico. La violencia en Sinaloa afecta a todos, incluso a los turistas. Además, miles de negocios en otras localidades operan de manera intermitente.
La Coparmex estima que esta situación ha provocado la pérdida de por lo menos 25.000 empleos, afectando tanto trabajos formales como informales.
Juan José Sierra, quien asumirá la presidencia de Coparmex en enero de 2025, destacó que el problema podría ser mayor, ya que muchas micro y pequeñas empresas no reportan oficialmente sus cierres.
Sierra calificó la inseguridad como una “regresión en el desarrollo social”. Los tiroteos recurrentes han obligado a los niños a abandonar las aulas y participar en simulacros para balaceras, mientras las empresas enfrentan una creciente incertidumbre.
Desde el arresto en julio de líderes del Cártel de Sinaloa, como Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, alias “El Güero”, el estado ha sido escenario de una violenta lucha interna entre las facciones del cártel. La violencia en Sinaloa ha incrementado desde estos arrestos. En los primeros dos meses de la presidencia de Claudia Sheinbaum, Sinaloa ha registrado 351 homicidios, consolidándose como el segundo estado más violento del país.
La Coparmex ha llamado a las autoridades a usar medidas urgentes para mitigar la crisis. Entre las propuestas destacan:
- Programas de financiamiento para micro, pequeñas y medianas empresas.
- Aplazamiento de obligaciones fiscales, permitiendo a las empresas priorizar salarios.
- Fortalecimiento de la seguridad pública, para garantizar el libre tránsito y la paz en las comunidades.
El presidente saliente de Coparmex, José Medina Mora, enfatizó que los empresarios no buscan regalos, sino apoyo concreto para enfrentar la crisis. “Primero quieren atender los salarios de los trabajadores, no piden condonaciones, sino plazos para cumplir con sus obligaciones”, puntualizó.