Imagen vía web INAH
En Casas Grandes, Chihuahua existe una zona arqueológica de gran importancia histórica para las rutas comerciales de Mesoamérica y América del Norte, de impresionante arquitectura que crea paisajes sacados de película: El Paquimé.
Paquimé es un legado arqueológico que combina innovación, comercio y arquitectura y es reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se considera que vivieron alrededor de 3 mil personas de culturas como las del Desierto, las de Occidente y del Centro de México.
Innovación arquitectónica
Este asentamiento destaca por sus casas construidas con agua, tierra y muros modelados con madera. Su sistema hidráulico es un hito en la ingeniería prehispánica: aljibes, canales, acequias y drenajes atravesaban las estructuras mediante muros y pasillos. Los restos revelan al menos 2,000 cuartos, lo que refleja la magnitud e importancia de la ciudad.


Imagen vía web INAH
Espacios emblemáticos
Paquimé está rodeado de simbolismo relacionado con la reproducción de la vida, la fertilidad, el florecimiento y la muerte, su recorrido permite explorar áreas clave, como:
- Casa de los Hornos: vinculada a la producción alfarera.
- Casa de las Serpientes: posiblemente de uso ceremonial.
- Casa de las Guacamayas: donde se criaban estas aves, símbolo de prestigio en Mesoamérica.
- Juegos de pelota: un espacio que reafirma la conexión cultural con las tradiciones mesoamericanas.
Paquimé es un ejemplo excepcional de cómo la arquitectura y la planificación urbana respondieron a las necesidades comerciales, sociales y ceremoniales de una cultura que unió el norte y el sur del continente.