Washington, 30 dic (EFE).-El futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su total apoyo a Mike Johnson para que siga siendo presidente de la Cámara de Representantes, a tan solo días de la votación que se celebrará el próximo viernes 3 de enero.
A través de su red social Truth Social, Trump calificó a Johnson como un “hombre bueno, trabajador y religioso” que “hará lo correcto”, además de asegurar que “seguiremos ganando”.
Johnson, por su parte, agradeció el respaldo de Trump y expresó su intención de trabajar rápidamente para cumplir el programa “America First” y comenzar lo que él describió como “la nueva era dorada de Estados Unidos”.
La votación para elegir al próximo presidente de la Cámara se llevará a cabo ese mismo día. Se espera que Johnson sea reelegido, aunque ya han surgido algunas voces en su contra.
El congresista republicano Thomas Massie, por ejemplo, anunció en redes sociales que no votará por Johnson, criticando su apoyo a la financiación de Ucrania, su autorización al espionaje a estadounidenses y el despilfarro del presupuesto.
El tema del presupuesto ha sido un punto clave en las críticas hacia Johnson, ya que Trump lo vinculó a su reelección como presidente de la Cámara con la condición de cumplir sus exigencias sobre el paquete presupuestario y el techo de deuda.
“Si el presidente de la Cámara actúa con decisión y firmeza y se deshace de todas las trampas que le están tendiendo los demócratas, que destruirían económicamente a nuestro país, fácilmente seguirá siendo presidente”, dijo Trump en declaraciones a Fox News Digital.
La elección de Johnson en 2023 fue un proceso caótico dentro del Partido Republicano. Aunque finalmente fue elegido presidente de la Cámara, no fue la primera opción.
Antes que él, Steve Scalise, Jim Jordan y Tom Emmer intentaron ocupar el puesto, pero no lograron los apoyos suficientes tras la destitución de Kevin McCarthy el 3 de octubre, resultado de una rebelión interna en el Partido Republicano.
Aunque los republicanos tienen mayoría en ambos órganos legislativos, esta mayoría es la más débil de la historia, con una diferencia de solo 220 a 215, lo que podría complicar los planes del futuro presidente y de los republicanos.