La Paz, 26 ene (EFE).- El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) afirmó este domingo que el mandatario Luis Arce es el “gran aliado” del gobernante de Estados Unidos, Donald Trump, al nombrar algunos hechos que para él son “acercamientos” con la derecha y el imperialismo.
“No sé cómo le irá a Donald Trump que en el fondo es su gran aliado de Lucho (Luis Arce) ahora, se está demostrando”, dijo el exmandatario en su programa dominical que se difunde por la radio Kawsachun Coca.
Morales mencionó la participación de la encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia, Debra Hevia, en el acto oficial por el aniversario del Estado Plurinacional de Bolivia, el pasado 22 de enero.
“Esa foto que hemos visto de la encargada de Negocios de Estados Unidos sentada al lado de (personas) con poncho y pollera (falda de mujeres aimaras), por favor”, reclamó el expresidente, al referirse a que Hevia estaba sentada al lado de dirigentes indígenas y campesinos.
Aseguró también que el presidente Arce “felicitó” a Trump, horas después de que este fuera posesionado como presidente de Estados Unidos.
“Lucho felicitándolo a ese presidente que castiga a Cuba, expulsa a migrantes, (pese a que) nuestra política es de ciudadanía universal”, cuestionó el también exlíder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
Bolivia y Estados Unidos han mantenido sus relaciones a nivel de encargados de Negocios, desde que en 2008 Morales expulsó al entonces embajador estadounidense, Philip Goldberg, y a la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, en inglés) acusándolos de una supuesta conspiración contra su Gobierno.
En noviembre de 2024, el exmandatario acusó a Trump, quien aún no era presidente estadounidense, de financiar un “golpe de Estado” en 2019, cuando era gobernante y de apoyar actualmente el Gobierno de Arce.
Este domingo Morales afirmó que “el imperio montó” el alzamiento militar del 26 de junio del año pasado a lo que el expresidente denominó “autogolpe de Estado”.
A juicio de Morales, en las próximas elecciones nacionales previstas para agosto Arce “no podrá tener el voto del movimiento popular”, por lo que ahora “hace buena letra con la derecha” para que cuando termine su gestión pueda “escaparse” a Estados Unidos.
Arce y Morales están distanciados desde fines de 2021 por diferencias en la administración del Estado que se profundizaron ante la necesidad de renovar la dirección nacional del MAS y la definición de la candidatura oficialista para las próximas elecciones generales.
Un proceso penal contra el expresidente por el delito de trata agravada de personas agravó la relación con el Gobierno de Arce desde octubre de 2024.