Seúl, 27 ene (EFE).- La caja negra del avión que sufrió un accidente mortal en Corea del Sur el pasado diciembre dejó de grabar dos kilómetros antes de que la nave llegara a la pista, reveló un informe preliminar publicado por las autoridades este lunes.
Se trata del primer informe que se hace público como parte de la investigación del accidente del pasado 29 de diciembre en el Aeropuerto Internacional de Muan, que dejó 179 fallecidos de las 181 personas que viajaban a bordo.
Los hallazgos preliminares se enviarán a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), así como a las autoridades de aviación de Estados Unidos, Francia y Tailandia, según el Ministerio de Transporte.
Según el informe, la caja negra dejó de grabar a las 8:58:50 de la mañana del 29 de diciembre, cuatro minutos y siete segundos antes de que el avión chocara con un localizador cerca de la pista.
El informe también indicó que aún no se ha determinado el momento exacto del impacto con el pájaro, que presuntamente causó el accidente, o la cantidad de aves involucradas y si había otras especies de aves presentes.
La explosión del Boeing 737-800 tuvo lugar a las 9:03, justo después de que el avión se estrellara contra un muro de hormigón fuera de pista tras haber tocado tierra sin activar el tren de aterrizaje ni otros dispositivos de frenado.
Minutos antes de tocar tierra, el piloto del vuelo 7C2216 había emitido una alerta de socorro y notificado a la torre de control aéreo que la aeronave se había visto afectada por el impacto de un ave.
El Ministerio de Transporte surcoreano señaló que aunque los datos de las cajas negras son fundamentales para la investigación del accidente, estos no son sus únicas fuentes para obtener información sobre el mismo.
Las autoridades surcoreanas continuarán analizando registros de tráfico aéreo, grabaciones de vídeo del accidente y los restos hallados en el lugar del siniestro.
El accidente, al que solo sobrevivieron dos miembros de la tripulación del avión, ha llevado a la aerolínea de bajo coste Jeju Air a recortar sus correspondencias desde Busan (sureste del país) durante el primer trimestre para fortalecer sus operaciones de mantenimiento de los aviones, en pleno escrutinio sobre las causas del siniestro.
