Foto: Sitio web México en Fotos
En el corazón de Palizada, Campeche, donde el tiempo parece deslizarse con la suavidad del río que da nombre al pueblo, se encuentra un lugar que no solo es un punto de encuentro, sino el alma misma de su gente: el Parque Benito Juárez. Más que una plaza, es un escenario de historias, música y tradición, un rincón donde la esencia de México se respira entre sus pórticos y arcadas.
Desde 1906, cuando fue inaugurado tras el esfuerzo de la promotora social Manuela Ynurreta de Del Rivero, este parque ha sido testigo del paso de generaciones que han hecho de él su espacio de convivencia. En su centro, la imponente estatua de Benito Juárez, símbolo de la lucha y la identidad campechana, se erige como un faro de historia y resistencia.

Foto: Museos INAH Campeche vía Facebook
Las mañanas aquí inician con el murmullo de las conversaciones bajo la sombra de los portales, mientras que al mediodía, la música de la marimba y las bandas locales llenan el aire con ritmos que parecen dialogar con el pasado. En las horas de mayor sol, los helados de La Perla de los Ríos se convierten en el refugio perfecto, endulzando la pausa de quienes disfrutan de la brisa del parque.
Cuando cae la tarde, el Teatro Morón y el café Los Portales abren sus puertas, invitando a la calma de una noche sin prisas. En este rincón de México, la vida transcurre de manera distinta, entre ecos de tradición y el latido constante de un pueblo que abraza su historia con orgullo.