Imagen vía web Cámara de Diputados
Las corridas de toros son una de las tradiciones traídas por los españoles durante la Conquista de México, una práctica que ha perdurado a lo largo de los siglos y sigue siendo objeto de debate en la actualidad.
La tauromaquia, como se le conoce a los espectáculos con toros, es una práctica que tiene sus orígenes en España en el que originalmente, se la corrida de toros era un ritual que fusionaba lo sagrado y lo profano, pues los toros eran venerados como símbolos de fuerza y poder.
Orígenes de la tauromaquia en México
El registro más antiguo de tauromaquia en México data del 13 de agosto de 1549 para festejar la toma de Tenochtitlán. En esta corrida participaron seis toros en la Plaza Mayor, pues aún no existía recinto para eventos de este tipo.
Años después, las corridas de toros se organizaban en circos de carpintería provisionales en las plazas principales de las ciudades, como en la antigua plazuela del Marqués en la Ciudad de México donde ahora se ubica la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
Durante los siglos XVI y XVII las corridas de toros se volvieron populares en todo el país, organizándose varias en la Plaza del Volador (lo que hoy es el Zócalo) en la Ciudad de México, para que el virrey y el Cabildo pudieran disfrutar del espectáculo desde sus balcones.
La plaza de toros más antigua de México
No fue hasta 1680 que se edificó la primera plaza de toros en el municipio de Cañadas de Obregón, Jalisco: Plaza de Toros Rodolfo Gaona. Esta plaza de toros es la más antigua del país y probablemente de Latinoamérica. El recinto construido de piedra mantiene su estructura original con accesos y ventanas flanqueadas por pilastras y cornisas de cantera; el recinto lleva el nombre de una de las figuras del toreo mexicano más importante de México.
Arte y controversia en la tauromaquia
Desde la perspectiva cultural es un arte que trasciende lo visual, en el que cada movimiento que ejecuta el torero, cada embestida del toro, están cargadas de simbolismo. Cada en el que la tauromaquia se practica, aporta sus propias variantes, convirtiéndola en un reflejo de diversidad cultural y riqueza folclórica.
Por otro lado, desde el punto de vista político es un objeto de debate y controversia, pues se cuestiona la ética y compatibilidad de los valores modernos a pesar de que existan reglas y normativas estrictas que velan por el bienestar y protección del toro
Hoy en día, las corridas de toros siguen siendo una de las tradiciones más arraigadas en México, pero su futuro continúa en discusión.