Foto: EFE
La política ultraconservadora ha encontrado en los memes su lenguaje más efectivo. Durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), figuras como Donald Trump, Javier Milei y Elon Musk demostraron cómo el uso de imágenes virales y mensajes simplificados ha redefinido la comunicación política.
Uno de los momentos más llamativos fue la entrega de una motosierra plateada de Milei a Musk, un gesto simbólico de su lucha contra la burocracia. Musk, disfrazado de su propio meme generado por inteligencia artificial, bromeó sobre el fenómeno: “Se puede vivir un sueño o se puede vivir en un meme, y eso es básicamente lo que está pasando ahora”.
El gobierno de Trump ha adoptado esta estrategia con fuerza. La Casa Blanca compartió una imagen de Trump como “rey de Nueva York” y un video de migrantes encadenados con efectos de sonido tipo “ASMR”. Además, el Departamento de Seguridad Nacional ha utilizado memes para reforzar sus políticas antiinmigrantes.
Expertos como Michael Patrick Lynch advierten que la “memificación” del discurso político ha alcanzado un punto sin retorno. La periodista Delia Rodríguez, autora del término “memecracia”, señala que la viralidad ha roto el sistema informativo: “Solo importa lanzar muchas ideas, sin importar su veracidad, para desacreditar el sistema y emocionar a la población”.
EFE