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Una madre y sus tres hijos, arrestados por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en Sacket Harbor, Nueva York, fueron liberados tras pasar diez días en un centro de detención en Texas. Su detención, parte de las deportaciones masivas impulsadas por la administración de Donald Trump, generó indignación entre la comunidad local.
La familia fue capturada el 27 de marzo cuando agentes del ICE ingresaron sin orden judicial a su vivienda mientras realizaban otro operativo en una granja cercana. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, calificó el acto como “cruel” y condenó el trauma causado a la familia.
La liberación ocurrió luego de que cerca de mil personas protestaran frente a la residencia del zar fronterizo Tom Homan, también habitante de la pequeña villa de menos de 2,000 personas.
Murad Awawdeh, de la Coalición Inmigrante de Nueva York, celebró la liberación y pidió detener estas políticas de “crueldad”.
Jennifer Gaffney, superintendente escolar del distrito, aseguró que la escuela ofrecerá apoyo emocional a los niños para ayudarlos a sanar. La comunidad, unida en solidaridad, logró frenar una injusticia y defender a una familia de ser separada.
EFE