Imagen vía captura Youtube Wink Martindale
Uno de los presentadores más emblemáticos de los concursos televisivos en Estados Unidos, Winston “Wink” Martindale, falleció a los 91 años en su hogar en Montecito, California. Su esposa, Sandy Martindale, confirmó que su partida fue tranquila, como la elegancia con la que siempre condujo sus programas.
Una carrera que marcó época
Wink fue mucho más que un conductor de televisión: fue la sonrisa constante en la sala de millones de hogares durante más de seis décadas. Con su carisma natural y su inconfundible voz, se convirtió en una figura entrañable para generaciones de televidentes.
Su carrera comenzó en la radio en los años 50, pero fue en la televisión donde brilló como conductor de grandes programas como:
- Tic-Tac-Dough, su show más recordado, que revivió con éxito en los años 80.
- Gambit, una mezcla entre cartas y trivia que atrapó al público.
- High Rollers, con dados gigantes y tensión a flor de piel.
Martindale presentó más de 20 programas a lo largo de su vida, consolidándose como uno de los presentadores más prolíficos de la historia de la TV.
Originario de Tennessee, Wink comenzó como locutor a los 17 años. En la década del rock and roll, compartió cabina con íconos como Elvis Presley y Johnny Cash; incluso grabó un éxito musical en 1959: “Deck of Cards”, que alcanzó el puesto #7 en el Billboard Hot 100.
Un pionero con legado propio
Martindale no solo marcó el formato de los concursos televisivos; también fue productor y creador de su propia casa productora, apostando por nuevos formatos que desafiaban lo tradicional. Inspiró a leyendas como Alex Trebek, Pat Sajak y Bob Barker, y su influencia sigue viva en muchos programas actuales.
También fue autor de sus memorias, “Winking at Life”, donde relató con humor y corazón sus aventuras frente a las cámaras y detrás de ellas.
Más allá de la fama
Lejos de los reflectores, vivió una vida tranquila junto a su esposa Sandy, con quien compartió más de 45 años de matrimonio. Hombre de fe y convicciones firmes, siempre dijo que su mayor satisfacción era hacer feliz al público.
Hoy, Wink Martindale se despide, pero su legado sigue presente en los concursos que aún emocionan a nuevas generaciones, en sus clips rescatados en YouTube y en los corazones de quienes crecieron viéndolo