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A pesar del conflicto en Gaza, cientos de peregrinos, tanto locales como extranjeros, acudieron este Viernes Santo a la Ciudad Vieja de Jerusalén para conmemorar la Pasión de Cristo. El ambiente estuvo marcado por la devoción, la esperanza y un amplio dispositivo de seguridad.
“Estamos aquí porque amamos a Israel y a Jesús. Muchos me decían que estaba loca por venir con un grupo de 100 personas, pero nadie tuvo miedo”, comentó Sueli Pasos, una guía brasileña residente en Roma.
Tras los ataques de Hamás del 7 de octubre y la ofensiva israelí en Gaza, miles de visitantes cancelaron sus viajes el año pasado. Sin embargo, este 2025, la fe ha vencido al temor. Mulu, peregrina etíope, expresó su emoción por estar en Jerusalén durante once días: “La gente es amable, la ciudad hermosa y hay más personas de lo que imaginé”.
Margaret, una canadiense que vive en Israel, también notó el cambio: “El año pasado el ambiente era sombrío. Este año hay más judíos ortodoxos y cristianos recorriendo la ciudad. Todos necesitamos celebrar la vida”.
La tradicional procesión recorrió la Vía Dolorosa hasta la basílica del Santo Sepulcro. Las liturgias continuarán durante el fin de semana santo.
EFE