Pekín, 23 abr (EFE).- El fabricante japonés Toyota firmó este martes un acuerdo de cooperación con el Gobierno municipal de Shanghái para construir una nueva planta de vehículos eléctricos de propiedad íntegramente extranjera en esa ciudad del este de China.
El proyecto, que contará con una inversión de 14.200 millones de yuanes (1.940 millones de dólares), incluirá actividades de investigación y desarrollo, fabricación y venta de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, y estará destinado a producir modelos de la marca de alta gama Lexus, informó en la noche del martes el diario económico Yicai.
Se trata de la segunda planta automotriz de propiedad íntegramente extranjera que se establecerá en China, tras la apertura previa de la ‘gigafactoría’ de la estadounidense Tesla en la misma ciudad.
Antes de establecer su propia compañía en China, la empresa japonesa ya había trabajado con socios locales como China FAW Group y Guangzhou Automobile Group.
La nueva fábrica se ubicará en el distrito de Jinshan, en el sur de Shanghái, donde ya han comenzado tareas preparatorias.
El inicio de la construcción está previsto para el mes de junio de este año, mientras que los primeros vehículos saldrían de la línea de ensamblaje en 2027, según autoridades locales citadas por Yicai.
La planta también fabricará baterías de última generación desarrolladas por Toyota, con el objetivo de reducir costes de producción y reforzar la competitividad de la compañía en el mercado chino.
En los últimos años, numerosas marcas foráneas de autos en China, incluidas varias japonesas, han visto un descenso de sus ventas a medida que las marcas locales, con vehículos eléctricos más asequibles, ganan peso tanto en el mercado doméstico como a nivel internacional.
