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Este sábado, Roma vivirá un momento histórico con el cortejo fúnebre del papa Francisco, que recorrerá seis kilómetros desde la Plaza de San Pedro hasta la basílica de Santa María la Mayor, donde será enterrado. El trayecto, solemne y simbólico, evoca la antigua Via Papalis, ruta utilizada por los pontífices al asumir como obispos de Roma.
Tras el funeral en la Plaza de San Pedro a las 10:00 (hora local), el féretro será transportado en un vehículo especial, seguido por un reducido grupo de coches con cardenales. La procesión cruzará puntos emblemáticos como el Coliseo, el Corso Vittorio Emmanuele y los Foros Imperiales, antes de llegar a su destino final.
El evento representa uno de los mayores despliegues logísticos en años, con tráfico restringido y medidas de seguridad reforzadas. Cuatro pantallas gigantes se instalarán para que los fieles puedan seguir tanto el funeral como el cortejo.
La tumba del papa Francisco estará abierta al público tras la ceremonia, permitiendo que quienes lo deseen se acerquen a rendirle homenaje. Este último viaje del pontífice será no solo un adiós, sino también un acto profundamente cargado de tradición, fe y memoria para millones de católicos en todo el mundo.
EFE