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En las reuniones previas al cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, varios cardenales han destacado un ambiente de fraternidad, respeto y escucha abierta, aunque con mucha discreción. A las puertas del Vaticano, en medio del revuelo mediático, los purpurados que participan en la séptima congregación general de este miércoles se mostraron prudentes ante los micrófonos.
“Hablamos de todo libremente, pero no delante de los medios”, comentó entre risas el cardenal austriaco Christoph Schönborn al entrar al aula del Sínodo, dejando ver el tono reservado que predomina en estas jornadas.
Aunque muchos cardenales evitan detenerse ante la prensa, algunos, en especial los mayores de 80 años que no participarán en la elección, se muestran más abiertos. El salvadoreño Gregorio Rosa Chávez aseguró que “cada uno piensa con su corazón” y que el ambiente es de “hermandad”.
El arzobispo argentino Ángel Sixto Rossi, uno de los electores, destacó que se busca una figura de “unidad” en un clima “familiar y amistoso”. Por su parte, el colombiano Jorge Enrique Jiménez Carvajal subrayó la importancia del legado de Francisco: “escuchar”.
La mayoría coincide en que el cónclave será breve, posiblemente de tres días. Las congregaciones continuarán hasta el 6 de mayo, un día antes de que los cardenales se reúnan en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo pontífice. La expectativa entre ellos es alta, pero el tono sigue siendo sereno y reflexivo.
EFE