Imagen recuperada de CNN
Encerrada en una pequeña isla frente a la bahía de San Francisco, Alcatraz no solo fue una de las cárceles más temidas de Estados Unidos, sino también una de las más fascinantes para el cine. Cerrada desde 1963, su oscura historia, sus famosos prisioneros y su ubicación aislada han hecho que inspire innumerables películas y series, convirtiéndola en un verdadero ícono de la cultura popular.
La más célebre sin duda es Escape from Alcatraz (1979), protagonizada por Clint Eastwood y basada en la fuga real de Frank Morris y los hermanos Anglin en 1962. Esta cinta convirtió a la prisión en una leyenda del cine, gracias a su historia de inteligencia y supervivencia.
Pero Alcatraz también ha sido escenario de acción explosiva. En The Rock (1996), dirigida por Michael Bay, un grupo de soldados rebeldes toma la isla con rehenes, y solo un agente del FBI (Nicolas Cage) y un misterioso prisionero retirado (Sean Connery) pueden detenerlos. Rodada en parte en la isla real, la película selló a Alcatraz como escenario perfecto para el suspenso militar.
Otra cinta emblemática es Birdman of Alcatraz (1962), donde Burt Lancaster interpreta al prisionero Robert Stroud, famoso por sus estudios de aves desde su celda. Aunque no se filmó en la isla, la historia ayudó a cimentar su fama.
La prisión también fue inspiración indirecta para lugares ficticios, como Azkaban en Harry Potter, y ha aparecido en películas como X-Men: The Last Stand (2006), Star Trek Into Darkness (2013) y Murder in the First (1995), con Kevin Bacon.
Incluso después de su cierre, Alcatraz sigue viva en la pantalla grande. Ha protagonizado documentales, series y recreaciones, como Point Blank (1967), la primera película rodada allí tras su cierre.
Más que una prisión, Alcatraz es una fuente inagotable de historias cinematográficas. Su reactivación como cárcel, como propone el presidente Trump, podría cambiar su destino.
EFE