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Este viernes la cadena televisiva PBS anunció que interpuso una demanda en el tribunal federal del Distrito de Columbia, contra el Gobierno de Donald Trump por el decreto del mandatario que ordenó recortar sus fondos federales y los de la radio pública NPR.
La demanda sostiene que el presidente no tiene la autoridad para actuar como “árbitro del contenido de la programación de PBS” ni tampoco puede influir en las decisiones de la Corporación para la Radiodifusión Pública (CPB), un organismo que depende del Congreso.
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La demanda de PBS se suma a las demandas presentadas por NPR y varias emisoras afiliadas contra el Gobierno de Trump este martes, pues se considera que viola la Primera Enmienda de la Constitución, sobre la libertad de expresión en el país, por lo que solicita al tribunal que suspenda de forma cautelar la orden ejecutiva del mandatario.
A inicios de mayo, Trump ordenó la CPB reducir al mínimo legal el presupuesto actual de NPR y PBS, a las que ha acusado en reiteradas ocasiones de mantener un sesgo izquierdista y negar cualquier “financiación futura” para ambas emisoras, cuyos fondos públicos son manejados directamente por el Congreso.
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Creada por el Congreso en 1967, CBP es el principal organismo de distribución de fondos federales para los medios públicos y cuenta con un presupuesto de unos 535 millones de dólares para el actual año fiscal.
NPR recibe el 1% de los fondos, pero suponen entre el 8 % y el 10 % para sus más de 1.300 emisoras afiliadas. En el caso de PBS y sus estaciones asociadas, aproximadamente el 15 % de sus ingresos provienen de la CPB.
El ataque contra NPR y PBS no es el primero de la Administración. En marzo, Trump ordenó el cierre de la Agencia de EE.UU. para los Medios Globales (USAGM), lo que supuso la suspensión en las operaciones de la emisora Voz de América y el cese de más de 1.300 empleados, quienes también demandaron al Gobierno.
EFE
