Imagen vía web Cultura Jalisco
Una de las joyas de Jalisco se encuentra en su capital, que se erige orgullosa con más de 150 años de historia, el Teatro Degollado es uno de los recintos culturales más emblemáticos de México.
Ubicado en el corazón del centro de Guadalajara, su construcción inició en 1856 bajo la dirección del arquitecto Jacobo Gálvez, y fue inaugurado el 13 de septiembre de 1866 con la ópera Lucía di Lammermoor de Gaetano Donizetti, interpretada por la soprano Ángela Peralta, el célebre “Ruiseñor Mexicano”.
LEE TAMBIÉN: Municipios jaliscienses con templos neoclásicos
Este majestuoso edificio de estilo neoclásico es reconocido como uno de los teatros mejor conservados de Hispanoamérica. Su fachada destaca por un pórtico con un tímpano en alto relieve de mármol travertino, obra del escultor Benito Castañeda, que representa a Apolo y las Musas bajo la leyenda: “Que nunca llegue el rumor de la discordia”.
Inspirada en la Scala de Milán, su sala principal tiene capacidad para 867 espectadores y está coronada por un impresionante mural que representa el “Canto Cuarto de la Divina Comedia” de Dante Alighieri, pintado por los jaliscienses Jacobo Gálvez, Gerardo Suárez y Carlos Villaseñor.
TE PODRÍA INTERESAR: Mundial 2026: Guadalajara devela imagen como ciudad sede
En la bóveda, una escultura de un águila, hecha en madera, porta la Bandera de México, símbolo de identidad y orgullo nacional; además de ser protagonista de una curiosa leyenda.
Hoy, el Teatro Degollado es sede de la Orquesta Filarmónica de Jalisco y continúa siendo un espacio dedicado exclusivamente a las expresiones de alto valor artístico: música, ópera, danza, teatro y espectáculos multidisciplinarios.