Redacción Medioambiente, 7 jul (EFE).- La directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Elena Pita, asegura en una entrevista con EFE que Brasil está demostrando su liderazgo en la organización de una COP ambiciosa, en la que el multilateralismo saldrá reforzado y en la que los temas relacionados con los bosques tendrán protagonismo.
La ciudad de Belén, en Brasil, será la sede de la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30) a finales de año, una cita en la que los ojos del mundo estarán puestos, no solo por su posición geográfica en pleno corazón de la Amazonía, sino por el simbolismo de una región que encarna la urgencia de la crisis climática y la promesa de la acción colectiva.
Fortalecer el multilateralismo
Según Pital, la posición de la de la Unión Europea en la COP será la apuesta por el multilateralismo, con varios temas clave, como la financiación y el acceso a ella, en referencia al objetivo cuantificado colectivo de financiación climática aprobado el año pasado. Ahora el reto, señala, es convertir esas promesas en acciones concretas.
También se esperan avances importantes en adaptación climática, con la negociación de los indicadores comunes para medir los avances en la lucha climática de una manera homogénea a todos los países.
Además se espera que haya un nuevo plan de acción de género, que forma parte también de las cuestiones que son prioritarias y clave para la Unión Europea.
Pequeños estados insulares en desarrollo
Sobre las ayudas a los pequeños estados insulares en desarrollo, sostiene Pita, que siempre han tenido mucha voz y presencia en estas negociaciones y hay una serie de fondos específicos para hacer frente tanto a la adaptación, como a las pérdidas y daños que implican los impactos del cambio climático en estos lugares.
Pueblos indígenas y sociedad civil
Recalca, por otra parte, el papel de los pueblos indígenas, que será prioritario en las negociaciones en la COP30, ya que “tiene todo el sentido que participen, con la legitimidad que les otorga la relevancia que tienen como guardianes de la naturaleza”.
En relación a la participación de la sociedad civil, más allá de las negociaciones entre las partes, es decir los gobiernos, las COP han devenido en grandes foros de participación de actores no estatales: organizaciones sociales, sector privado, academia. “En el momento crítico en que estamos como sociedad global, es muy importante el papel de todos”, enfatiza la responsable española.
Según Pita, las administraciones y los gobiernos tienen un rol fundamental porque es necesario crear un entorno en el que esta transición ecológica pueda tener lugar, y en el que el sector privado tiene un papel fundamental porque la financiación no puede provenir siempre de fondos públicos, que tienen que servir de semilla o de palanca para que las inversiones del sector privado estén alineadas con los objetivos climáticos.
Cambio estructural
“Somos una sociedad en transformación”, subraya. Y esa transformación requiere, además del cambio estructural de la transición ecológica, “un cambio cultural y de forma de vida”, en el que la sociedad civil tiene un papel central como generadora de ideas, propuestas y acciones desde abajo.
Sin olvidar el papel de la academia y de la ciencia, que “en todo, pero especialmente en cambio climático, es la guía y la orientación, para identificar el problema como para como para abordar las soluciones”.
“El problema está aquí, y es muy grave”, concluye Pita. Pero también hay una puerta abierta: la de la acción. Sabemos lo que hay que hacer, solo hay que ponerse manos a la obra”