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Un comando armado robó 33 toneladas de concentrado de oro y plata en una carretera federal de Jalisco, tras interceptar un tractocamión que transportaba el valioso cargamento desde Durango hacia el puerto de Manzanillo, Colima. El material robado, propiedad del Grupo Minero Bacis, representa uno de los mayores atracos al sector minero en lo que va del año.
Según el comunicado de la empresa, la unidad —operada por Fletes Durango S.A. de C.V.— fue detenida por sujetos armados a bordo de dos vehículos con vidrios polarizados. El conductor y los guardias fueron retenidos durante al menos hora y media y liberados más tarde cerca de la Caseta Chapala. Aunque el camión fue recuperado, la carga sigue desaparecida.
Crimen organizado, minería y proceso legal
Hasta el momento, ni la Fiscalía General de la República (FGR) ni la delegación estatal en Jalisco han confirmado si existe una denuncia formal. Autoridades de Durango afirman estar colaborando, aunque señalan que el delito ocurrió fuera de su jurisdicción.
El concentrado robado requiere procesamiento para obtener metales preciosos de alta pureza, lo que sugiere la participación de grupos criminales con acceso a infraestructura especializada.
El impacto en la industria minera
El incidente ha puesto bajo el reflector a Grupo Minero Bacis, con sede en Otáez, Durango, y dirigida por Jaime Gutiérrez Núñez, figura destacada en la Cámara Minera de México (Camimex). El empresario ha insistido en la necesidad de fortalecer el diálogo con autoridades para operar con mayor seguridad.
El secretario de Seguridad Pública estatal, Óscar Galván, informó que ya hay colaboración con Jalisco, aunque la investigación será llevada por autoridades federales.