Madrid, 25 ago (EFE).- Las ‘fiestas de 15’, las populares celebraciones que marcan el salto a la vida adulta de las adolescentes, muy arraigadas en Latinoamérica, proliferan en España de la mano de la inmigración y convertidas en un negocio creciente.
Los orígenes de esta fiesta se remontan a la época precolombina, con las ceremonias del tránsito a la edad adulta de mayas y aztecas, y al periodo colonial, con los bailes de ‘debutantes’ y la presentación de las jóvenes casaderas en sociedad.
Lejos de desparecer, la costumbre se arraigó en Latinoamérica y ahora, con el aumento de la inmigración, se abre paso también en España.
Hay tantas maneras de celebrar esta costumbre como personas (o presupuestos). Algunas familias optan por alquilar un vestido para la joven y un fotógrafo para tener un recuerdo y una instantánea que mandar desde España a los familiares del otro lado del charco.
Hay quienes organizan pequeñas fiestas con los más allegados y quienes se inclinan por grandes eventos equiparables, en gastos, a las primeras comuniones o las bodas, o los que prefieren que las adolescentes hagan el “viaje de su vida”.
Antes de planificar la fiesta, las familias deben mirarse el bolsillo. Las jóvenes suelen llevar “vestidos de princesa”, con diademas y abalorios, zapatos para la ocasión, elaborados peinados de peluquería y un maquillaje muy cuidado.
Alquilar el vestido -la opción mayoritaria- puede costar unos 400 euros, pero sumando los gastos de arreglos y comida, es difícil que la fiesta cueste menos de 2.000 euros, en los presupuestos más ajustados, explica a EFE la mexicana María del Amor, dueña de un establecimiento dedicado a la venta de artículos para este tipo de ceremonias.
Pero, advierte, hay también quien opta por una fiesta a lo grande y gasta entre 15.000 y 20.000 euros.
Paula Gabriela, llegada a España desde Venezuela en plena pandemia, optó por una sesión de fotos y un viaje a París con otras quinceañeras.
“Al principio yo quería una fiesta, pero, claro, estoy en un país nuevo y una fiesta se me hacía un poco más difícil porque no está toda mi familia, gente con la que yo quería celebrar mis 15 años (…). Elegí un viaje, que me salió mejor porque así lo disfruto y pues ya gasto todo el dinero que iba a gastar en la fiesta en mí”, explica a EFE.
La cubana Stefany Caridad Enjamio ha optado por una sesión de fotos, con diferentes conjuntos, en el emblemático parque del Retiro de Madrid.
Su madre, Yadira Hernández, recuerda a EFE que celebró su fiesta en Cuba con más de treinta vestidos para elegir, pero cuando se había cambiado quince veces para la sesión de fotos decidió terminarla porque “no podía más”.
Yadira apunta que la fiesta varía en función de su origen. En la zona oriental de Cuba, por ejemplo, se prepara una bebida llamada ‘aliñao’ cuando nace una niña. El brebaje se entierra y 15 años después se sirve en la fiesta.
El verde, el color más elegido en 2025
Para María del Amor, estas fiestas son cada vez más homogéneas con el impacto de las redes sociales.
“Cada uno se hace su fiesta a su estilo”, apunta Del Amor, fundadora en 2017, junto al español Pablo Nieto, de Vestidos 15, que cuenta con tres tiendas en el país y aspira a expandirse aprovechando el ‘boom’ de estas celebraciones.
Entre los accesorios imprescindibles de la “reina de la fiesta” no pueden faltar ramos de flores, tiaras, pendientes, collares, vestidos para todos los gustos: desde el clásico rosa hasta el rojo, pasando por el azul o el morado, y llegando, incluso, al negro.
Aunque ha sido el verde el color estrella entre las jovencitas que han cumplido 15 años este 2025, apunta Nieto en el local de la cadena en Madrid.
Colombia, Ecuador y Venezuela son los países de origen del grueso de sus clientas, aunque las españolas empiezan a unirse a esta costumbre.
Hay también quinceañeras que están ya en la treintena, no pudieron celebrarlo en su momento y deciden cumplir su sueño, y niñas menores de diez años que imaginan cada detalle.
“Las niñas tienen muchísima ilusión de esta fiesta. Hay personas que incluso nos siguen y la niña tiene 8, 9 o 10 años. Todavía les queda muchísimo para la fiesta, pero realmente tienen muchísima ilusión”, explica Del Amor.