Imagen vía X The White House
Este lunes el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que castiga a quiénes quemen la bandera con un año de cárcel sin posibilidad de libertad anticipada.
De acuerdo con la orden, se instruye al Departamento de Justicia (DOJ) a investigar y procesar estos casos, sobre todo si están vinculados con actos violentos o disturbios, estableciendo que los extranjeros involucrados podrían enfrentar la revocación de su visa o la deportación; la decisión contradice una decisión histórica de la Corte Suprema de hace más de tres décadas.
Pese a que el presidente afirmó que quienes quemen la bandera merecen un año de cárcel sin posibilidad de salir antes, el texto oficial no establece la condena automáticamente, pues ordena a la fiscal general y al DOJ investigar los casos para aplicar las medidas penales y civiles vigentes a lo que consideren apropiado.
El texto además detalla que puede Pam Bondi puede procesar a quienes profanen o quemen la bandera de formas que causen daño con la expresión establecido en la Primera Enmienda, además de aplicar las medidas en contra quienes realicen delitos hacia los estadounidenses ya sean morales, civiles, paz y complicidad para violar dichas leyes.
La medida se solicita a los Departamentos de Estado y Seguridad Nacional que nieguen o revoquen visas, permisos de residencia, procesos de naturalización y otros beneficios migratorios a extranjeros que participen en estos actos.
Organizaciones defensoras de la libertad de expresión han advertido que la orden enfrentará desafíos legales. El abogado Bob Corn-Revere señaló que, aunque el presidente considere ofensiva esta protesta, la Constitución la protege:
“La quema de banderas como forma de protesta política está protegida por la Primera Enmienda. El gobierno no puede procesar actividad expresiva protegida, incluso si resulta provocadora u ofensiva”.
Actions have consequences.
— The White House (@WhiteHouse) August 25, 2025
Burn the American flag, disrespect our nation, incite violence: ONE YEAR IN JAIL. No excuses. pic.twitter.com/mEBgJL6CNn