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Este viernes el gobernador de Georgia, Brian Kemp, anunció que enviará 300 soldados de su Guardia Nacional a la Washington D.C, cuyas autoridades demandaron al gobierno del presidente Trump por el despliegue de tropas en la ciudad.
A través de un comunicado, el gobernador republicano informó que la Guardia de Georgia se unirá junto a siete estados y más de 2 mil 200 guardias de todo el país para brindar una presencia visible en apoyo a las fuerzas del orden locales en D.C., uniéndose a Virginia Occidental, Ohio, Misisipi, Carolina del Sur, Luisiana y Tennesse que enviaron tropas a la capital como refuerzos a los más de 900 efectivos de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia.
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Según Kemp, su estado “se enorgullece de apoyar a la Administración Trump en su misión de garantizar la seguridad y la belleza de la capital“.
En total, desde Georgia llegarán a D.C. un grupo de 316 guardias: 16 miembros del personal de apoyo y aproximadamente 300 soldados con el propósito de “relevar a los militares estacionados en Washington D. C. desde el inicio de la misión”, especificó la oficina del gobernador.
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Los guardias georgianos llegarán a mediados de septiembre y estarán en servicio activo poco después. Según la oficina de Kemp, algunos de los efectivos podrán portar armas, dependiendo de la misión, aunque siempre bajo supervisión civil.
El anuncio llega tras la decisión del fiscal general del Distrito de Columbia, Brian Schwalb, de denunciar a la administración Trump por considerar ilegal la intervención, recordando que las cifras de homicidios en D.C. son las más bajas en tres décadas.
Pese a ello, Trump defendió la medida afirmando que la capital es hoy “una de las ciudades más seguras del país” gracias a la presencia militar, y adelantó que la próxima semana cenará en un restaurante local para mostrar confianza en la seguridad e insinuó que podría extender este modelo de control a otras ciudades demócratas como Chicago, Nueva Orleans o Baltimore, a pesar del rechazo de alcaldes y gobernadores.