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Nueva York rindió homenaje este jueves a las casi 3.000 víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y del ataque al World Trade Center de 1993, en un acto solemne reservado a familiares y autoridades. El Memorial del 11S, que ocupa el lugar de las Torres Gemelas con dos estanques y un museo, permaneció cerrado al público bajo fuertes medidas de seguridad.
La ceremonia comenzó a las 8:46 de la mañana, hora en que el primer avión secuestrado impactó contra la torre norte. Aunque se esperaba al vicepresidente JD Vance, éste canceló su asistencia para viajar a Utah tras el asesinato del comentarista conservador Charlie Kirk. El presidente Donald Trump participó en un homenaje paralelo en el Pentágono y anunció que viajaría a Nueva York más tarde.
Fuera del recinto, turistas y curiosos se congregaron frente al One World Trade Center y el Oculus, obra de Santiago Calatrava, que proyecta un tributo lumínico cada 11 de septiembre. Por la noche, dos potentes haces de luz iluminarán el cielo en memoria de las víctimas.
Los homenajes incluyeron minutos de silencio en los parques de bomberos y recordaron también a quienes han fallecido por enfermedades derivadas de la contaminación tras los ataques.
EFE