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El presidente Donald Trump encabezó este domingo una ceremonia en honor a Charlie Kirk, activista conservador asesinado el pasado 10 de septiembre en Utah. Ante más de 73.000 asistentes en el estadio Farm State de Arizona, el mandatario calificó el crimen como “un ataque contra toda nuestra nación” y definió a Kirk como “uno de los más grandes patriotas” y “un gigante de su generación”.
En un discurso cargado de simbolismo político, Trump aseguró que el asesinato de Kirk no fue solo contra un individuo, sino contra la libertad y los derechos fundamentales de los estadounidenses.
El arma estaba apuntada contra él, pero la bala iba dirigida contra todos nosotros”, expresó.
De activista universitario a mártir conservador
Trump recordó cómo Kirk fundó con 18 años Turning Point USA, organización que lo convirtió en portavoz del conservadurismo cristiano, y destacó que fue él quien lo presentó a su actual vicepresidente, JD Vance. “El mayor evangelista de la libertad estadounidense se convirtió en inmortal”, declaró el mandatario.
Un memorial con tintes de mitin político
El acto contó con intervenciones de figuras clave del Gobierno, como Marco Rubio, Pete Hegseth, Robert F. Kennedy Jr. y Tulsi Gabbard. Todos coincidieron en describir a Kirk como un “mártir cristiano” que “cambió la historia” del país.
El vicejefe de Gabinete, Stephen Miller, ofreció el discurso más enardecido al asegurar que la labor del activista fue “salvar a Occidente” y que su muerte lo convirtió en “inmortal”.
EFE