Imagen vía web UNESCO
En Jalisco, cada 12 de octubre se lleva a cabo una ruta llena de fervor cuyos orígenes datan de 1734, que combina la religión católica con las tradiciones prehispánicas que celebra la “La Llevada de la Virgen” y que es una de las expresiones culturales más importantes de México.
La Romería es una festividad que comienza en mayo y culmina con el regreso de la Virgen a su basílica en Zapopan, acompañado por más de dos millones de fieles y visitantes; una de las características más emblemáticas de este recorrido es la participación de grupos de danzantes indígenas, que llenan de color, música y tradición las calles de Guadalajara y Zapopan.
La celebración convierte el espacio público en una gran fiesta comunitaria, donde conviven expresiones de fe, danza, música y arte popular.
Además de su carácter religioso, la romería es un símbolo de unidad social, ya que su organización depende del trabajo conjunto de asociaciones civiles, comunidades indígenas y la Iglesia, lo que garantiza su permanencia como una tradición profundamente arraigada en el occidente del país.
La Romería de Zapopan no solo es una muestra de devoción, sino también un patrimonio cultural vivo que refuerza los lazos entre las comunidades y proyecta la identidad jalisciense en todo México.