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La obispa Sarah Mullally hizo historia este viernes al ser nombrada arzobispa de Canterbury, máxima líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra y primada de la comunión anglicana. Asumirá el cargo con “paz y confianza en Dios”, aseguró en un comunicado tras su designación.
Con 63 años, Mullally se convierte en la primera mujer en ocupar este puesto desde la fundación de la Iglesia de Inglaterra en 1534 por Enrique VIII. Previamente fue la primera mujer obispa de Londres y antes se había desempeñado como jefa de enfermería más joven del país.
De la enfermería al ministerio
Formada como enfermera oncológica, Mullally llegó a ser Directora nacional de enfermería del Gobierno británico, cargo por el que fue distinguida como Dama en 2005 y obtuvo un asiento en la Cámara de los Lores. Se ordenó sacerdotisa en 2002 y en 2015 fue consagrada obispa sufragánea de Crediton, antes de asumir la diócesis de Londres en 2018.
Retos para la Iglesia anglicana
Mullally ha defendido un enfoque pastoral abierto a la diversidad, respaldando bendiciones para parejas del mismo sexo y mostrando oposición al suicidio asistido. Su principal desafío será unir a la comunión anglicana, con unos 95 millones de fieles en 165 países, en medio de divisiones internas, crisis de abusos y la caída en la asistencia a los templos.
EFE