Imagen vía X Mark Carney
Este martes, el presidente de Estados Unidos se reunió en Washington con el primer ministro canadiense Mark Carney para negociar los aranceles impuestos. El mandatario estadounidense declaró que la conversación fue complicada pero que serán buenas para la tierra del maple.
Durante la reunión entre ambos mandatarios en la Casa Blanca, el estadounidense criticó que las compañías automotrices establezcan operaciones en Canadá, lo que genera una competencia económica entre los vecinos. “El problema es que ellos quieren una empresa automotriz, y yo quiero una empresa automotriz… No nos gusta competir porque nos perjudicamos mutuamente”, señaló.
Por su parte, Carney se mostró confiado: “Vamos a conseguir el acuerdo adecuado”, resaltando la importancia de la cooperación económica entre ambos países. Canadá vende cerca del 75% de sus productos a EE. UU., según cifras oficiales.
Trump ha impuesto aranceles al acero (50%) y a los automóviles (25%) canadienses, aunque exentas bajo el T-MEC. A pesar de las tensiones, la reunión transcurrió de manera cordial, con bromas incluso sobre la idea, retomada por Trump, de convertir a Canadá en el “estado 51”.
El encuentro marcó un cambio respecto a la relación con el anterior primer ministro canadiense, Justin Trudeau, mostrando un tono más amistoso y cooperativo entre Washington y Ottawa.