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Este viernes, alrededor de un 10% de la población de Ucrania se ha quedado sin suministro energético tras los recientes ataques de Rusia, que deja sin luz, agua o calefacción a miles de hogares y empresas de una decena de regiones ucranianas.
De acuerdo con los datos revelados por la ministra de Energía, Svitlana Grinchuk, al menos 270 mil abonados se quedaron temporalmente sin suministro de energía en la capital, cuya población se estima en unos 3 millones de personas de las regiones de Sumi, Járkov, Poltava, Cheníguiv, Dnipropetrovsk y Zaporiyia.
Los ataques provocaron la suspensión parcial del metro y otros medios eléctricos, mientras el gobierno ucraniano busca reforzar su defensa con ayuda internacional. “Seguimos en comunicación con nuestros socios para fortalecer la defensa de nuestra infraestructura energética”, afirmó Grinchuk.
Según la empresa DTEK, líder del sector energético privado, una de sus centrales térmicas fue alcanzada, aunque no se dieron detalles sobre la magnitud de los daños.
Rusia lanzó más de 460 drones y 32 misiles, incluidos 14 balísticos y 2 hipersónicos Kinzhal. Catorce misiles y 60 drones impactaron en diversas zonas del país.
El presidente Volodímir Zelenski condenó el ataque y confirmó la muerte de un niño en Zaporiyia, pidiendo una respuesta internacional firme. “Lo que se necesita no son más gestos, sino acciones decisivas del G7 y del G20 para enviar sistemas de defensa aérea y hacer cumplir las sanciones a Rusia”, escribió en redes sociales.
Zelenski comparó la negativa de Moscú a un alto el fuego con la reciente tregua de Hamás e Israel, afirmando que “Rusia es peor que Hamás”. Kiev espera que los esfuerzos diplomáticos de Donald Trump en Medio Oriente ayuden a reactivar las conversaciones de paz en Ucrania.
EFE