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Las tensiones entre Estados Unidos y China alcanzaron un nuevo punto crítico luego de que el presidente Donald Trump anunciara un arancel del 100 % a los productos chinos, adicional al 30 % actual. La medida, que entraría en vigor el 1 de noviembre, marca una fuerte escalada en la guerra comercial entre ambas potencias.
El anuncio llega tras la decisión de Beijing de imponer amplios controles de exportación sobre las llamadas “tierras raras”, minerales esenciales para la fabricación de semiconductores, equipos tecnológicos y armamento. China controla más del 70 % de este mercado global, lo que coloca a Estados Unidos en una posición vulnerable.
Trump criticó duramente al presidente Xi Jinping, asegurando que China ha adoptado una postura “extraordinariamente agresiva” y sugiriendo que podría cancelar su próxima reunión durante la cumbre de APEC.
Mientras tanto, los mercados reaccionaron de inmediato: el Dow Jones cayó 879 puntos y el Nasdaq retrocedió un 3,5 %, reflejando el temor a un nuevo ciclo de sanciones y represalias. Con ambas naciones endureciendo políticas comerciales y tecnológicas, analistas advierten que el mundo podría estar al borde de una nueva guerra económica global