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Un total de 23 estados y el Distrito de Columbia presentaron este martes una demanda contra la Administración del presidente Donald Trump para exigir que se mantenga la financiación del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que beneficia a unos 42 millones de personas en Estados Unidos y que podría suspenderse en noviembre debido al cierre del Gobierno federal.
El Departamento de Agricultura (USDA) advirtió el fin de semana que no podrá seguir financiando el programa si la parálisis presupuestaria continúa. La demanda, encabezada por California y Massachusetts, sostiene que esta decisión es “ilegal y arbitraria”, ya que los fondos ya fueron aprobados por el Congreso.
California sería uno de los estados más afectados, con 5,5 millones de beneficiarios —la mayoría niños y adultos mayores— en riesgo de perder su ayuda alimentaria. “La decisión de la Administración Trump ha dejado a millones de estadounidenses con miedo e incertidumbre”, afirmó el gobernador Gavin Newsom.
Los estados demandantes también pidieron al USDA usar un fondo de emergencia de 5.000 millones de dólares, pero la secretaria Brooke Rollins se negó, alegando que se destinaría a desastres naturales.
La disputa ha generado tensiones en el Congreso, donde los republicanos fracasaron por decimotercera vez en aprobar una medida temporal para reabrir el Gobierno.
EFE