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El comisionado del Departamento de Agricultura de Texas, Sid Miller, pidió reabrir “lo antes posible” la frontera con México para la importación de ganado, tras casi un año de suspensión por un brote de la mosca del gusano barrenador.
“Se puede hacer ya, sin riesgo alguno. Tenemos demasiados controles y medidas de seguridad”, aseguró Miller en entrevista con EFE, argumentando que los sistemas de cuarentena e inspección veterinaria del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) garantizan la protección sanitaria.
Durante décadas, México ha sido un socio clave para el sector ganadero estadounidense, enviando en promedio más de un millón de reses al año, principalmente becerros de engorda destinados a ranchos en Texas, Oklahoma y Nuevo México.
Precios récord en la carne de res
La suspensión de las importaciones, junto con sequías y altos costos de mantenimiento, ha reducido el hato ganadero estadounidense a su nivel más bajo en décadas. El precio de la carne molida alcanzó los 6,12 dólares por libra en junio, un 12 % más que el año pasado, mientras que el bistec se elevó a 11,49 dólares por libra, según datos oficiales.
Propuesta para frenar la crisis
Miller aseguró haber presentado al presidente Donald Trump un plan que incluye ampliar los terrenos de pastoreo y ofrecer incentivos fiscales a productores, advirtiendo que si la frontera no se abre pronto, “México procesará su propio ganado y nosotros perderemos ese negocio”.
EFE