Imagen vía X The White House
El jueves pasado, el presidente Donald Trump presionó a los republicanos del Congreso para poner fin, de manera unilateral, el cierre de Gobierno eliminando la obstrucción parlamentaria del Senado. Un atrevido movimiento que muchos líderes conservadores de han negado a tomar.
A través de su red social, el mandatario hizo un llamado a los republicanos para utilizar la “Carta Trump” y poner fin al cierre de Gobierno y al estancamiento fiscal, argumentando que se debería aprovechar la mayoría republicana. La obstrucción parlamentaria permite a la minoría del Senado bloquear proyectos de ley si al menos 41 senadores se oponen, un mecanismo que muchos republicanos consideran clave para frenar reformas demócratas.
El líder de la mayoría, John Thune, descartó modificar la regla, calificándola de “baluarte contra muchas cosas realmente malas que están sucediendo en el país”. Sin embargo, Trump instó a sus colegas a actuar, advirtiendo que de no hacerlo, los demócratas podrían ejercer la misma táctica en el futuro.
El Senado no retomará sesiones hasta el lunes por la noche, mientras la ayuda alimentaria esencial para decenas de millones de estadounidenses corre riesgo de finalizar este fin de semana. La Casa Blanca también destacó la presión sobre los controladores aéreos en una mesa redonda con la industria aérea y sindicatos.
El llamado de Trump marca un giro en su estrategia y aumenta la tensión entre los republicanos sobre cómo poner fin al bloqueo presupuestario que afecta a millones de ciudadanos.