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El mundo del arte vivió una noche histórica en Nueva York luego de que el cuadro Retrato de Elisabeth Lederer, del célebre pintor austríaco Gustav Klimt, se vendiera por 236 millones de dólares en Sotheby’s. Con esta cifra, la obra no solo estableció un nuevo récord para el artista, sino que también se convirtió en la pieza de arte moderno más cara jamás subastada, superando todos los registros previos de la institución.
La pintura, realizada entre 1914 y 1916, fue la joya de la colección del magnate de la cosmética Leonard Lauder. Partió con una puja de 130 millones y desató una intensa batalla entre seis postores durante 20 minutos. El ganador permanece en el anonimato. La obra destaca por su tamaño, su historia marcada por la confiscación nazi y su posterior recuperación por la familia Lederer, antes de llegar a manos de Lauder en los años 80.
La venta superó ampliamente el récord previo de Klimt —108 millones por Dame mit Fächer en 2023— y desbancó a la icónica Shot Sage Blue Marilyn de Andy Warhol, posicionándose como la segunda obra más cara de la historia, solo detrás del Salvator Mundi de Leonardo da Vinci.
La subasta, que recaudó 527 millones en total, confirmó que el legado de Klimt sigue generando fascinación y cifras colosales.
EFE