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Durante la conmemoración del 20 de noviembre, la presidenta de México Claudia Sheinbaum, lanzó un enérgico mensaje en defensa de la soberanía nacional, advirtiendo que “se equivoca” quien convoque a una intervención extranjera o busque apoyo fuera del país para obtener poder. Frente al Zócalo capitalino, donde encabezó el desfile militar, afirmó que su gobierno no se someterá “a intereses del pasado ni a ningún poder extranjero”.
Un repaso histórico para subrayar independencia y justicia
Sheinbaum recordó que la Revolución Mexicana surgió como respuesta al autoritarismo de Porfirio Díaz, quien por más de treinta años mantuvo al país bajo represión y entregó recursos a empresas extranjeras. Destacó el papel de Francisco I. Madero y el antirreeleccionismo, así como la intervención del embajador estadounidense Henry Lane Wilson en el golpe de Estado de 1913, que terminó con el asesinato de Madero y del vicepresidente Pino Suárez.
La mandataria subrayó que esa injerencia marcó uno de los episodios más dolorosos de la historia nacional, pero también dio paso a la resistencia encabezada por Carranza, Zapata y Villa, y al proceso que culminó en la Constitución de 1917, a la que calificó como pionera en justicia social.
La Cuarta Transformación como continuidad del legado
Sheinbaum vinculó el espíritu revolucionario con la Cuarta Transformación, proyecto que, ella dice, reivindica la justicia, la democracia y la prosperidad compartida. Afirmó que en México ya no hay persecución política y que hoy se gobierna con austeridad y ética.
La presidenta cerró con un llamado a mantener la lealtad al pueblo: “¡Viva México libre, independiente y soberano!”.
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