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Al menos 82 migrantes han sido acusados de ingresar a una zona militar restringida en Nuevo México, en un nuevo esfuerzo del Gobierno de Donald Trump por militarizar la frontera con México. Los cargos, presentados este jueves en un tribunal federal, podrían implicar penas de hasta un año de prisión, además de las sanciones por ingresar indocumentados al país.
El Departamento de Justicia (DOJ) explicó que se trata del primer uso masivo de una ley penal que criminaliza el ingreso no autorizado a propiedades militares. La zona en cuestión forma parte de un tramo de 274 kilómetros conocido como la Reserva Roosevelt, transferido recientemente del Departamento del Interior al Departamento de Defensa, y ahora considerado una extensión del Fuerte Huachuca.
Este corredor fronterizo es patrullado por fuerzas militares y está bajo estricta vigilancia. Además, el Pentágono anunció una nueva franja militar en El Paso, Texas, adscrita al Fuerte Bliss, dentro del plan para declarar ciertas áreas como “Zonas de defensa nacional”.
Estas designaciones permiten que soldados puedan detener migrantes dentro de los límites militares. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, reafirmó esta autoridad durante una visita reciente, destacando los letreros que advierten a los intrusos de detención inmediata.
EFE