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Este lunes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió que el incremento de aranceles por parte del presidente estadounidense Donald Trump, frenará el crecimiento de Canadá, México y Estados Unidos, además de aumentar la inflación.
Los hogares estadounidenses no serían los únicos afectados con los choques comerciales, pues los supuestos ingresos extra que los aranceles generarán se verán mermados por la desaceleración económica.
Impacto en la economía de América del Norte
Según la OCDE, si los aranceles suben 25 puntos porcentuales adicionales en casi todas las importaciones de bienes a partir de abril, el PIB de América del Norte sufrirá las siguientes afectaciones:
- Estados Unidos: su crecimiento caerá del 2.2% en 2024 al 1.6% en 2025, cifras inferiores a las previsiones previas del 2.4% y 2.1%, respectivamente.
- México: sería el país más afectado, con una contracción del 1.3% en 2024 y 0.6% en 2025, cuando antes se proyectaba un crecimiento de 1.2% y 1.6%.
- Canadá: su economía se desacelerará al 0.7% este año y el próximo, muy por debajo del 2% previsto anteriormente.
Una posible guerra comercial global
De igual manera la OCDE alertó que, si la guerra comercial escala y Washington aumenta los aranceles sobre todos los productos no básicos, el impacto sería aún mayor:
- El crecimiento global se desaceleraría 0.3 puntos porcentuales en el segundo y tercer año de la crisis.
- La inflación mundial aumentaría un 0.4% en promedio en los primeros tres años.
- EE.UU. perdería 0.7 puntos porcentuales de crecimiento en el tercer año.
- El impacto directo para las familias estadounidenses podría alcanzar 1,600 dólares por hogar.
Europa y China ante el nuevo escenario
A diferencia de América del Norte, la economía de la zona euro podría ganar impulso, con un crecimiento del 1% en 2024 y 1.2% en 2025. Por su parte, China se beneficiaría del apoyo gubernamental a su economía, con un crecimiento estimado del 4.8% en 2025 y una leve desaceleración al 4.4% en 2026.
La OCDE concluye que una escalada de tensiones comerciales provocaría un impacto global prolongado, afectando la inversión, el crecimiento y el bienestar de los hogares.