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En Atlixco, Puebla, la muerte se celebra con arte, color y orgullo. Como parte de las festividades del Día de Muertos, el municipio presenta el “Valle de Catrinas”, una exposición compuesta por 17 calaveras monumentales que honran a las personas dedicadas a oficios tradicionales de México.
Cada figura, elaborada por artesanos locales con la técnica de cartonería, alcanza más de ocho metros de altura y representa un oficio distinto: desde la Tortillera que amasa la herencia del maíz, hasta el Organillero que llena las calles de nostalgia. También destacan la Floricultora, el Panadero, la Tejedora, el Bolero y el Tlachiquero, quienes simbolizan el trabajo y la identidad cultural del país.
El recorrido se extiende por el centro histórico y las juntas auxiliares, convirtiendo a Atlixco en un museo al aire libre. Las esculturas están geolocalizadas para que los visitantes puedan descubrirlas fácilmente.
El propósito del proyecto es preservar la cartonería mexicana y resaltar la riqueza de los oficios que forman parte del alma popular. Turistas como Fanny Santillán y Gabriela Trujillo calificaron la experiencia como “espectacular” y “única”, destacando la belleza y el significado de cada catrina, que une tradición, arte y memoria.



STV Atlixco vía Facebook
EFE