El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su preocupación por los planes del presidente electo, Donald Trump, de imponer aranceles del 25 % a los productos importados desde México y Canadá, y un adicional 10 % a los productos chinos.
Biden calificó estas medidas como “contraproducentes” y pidió que Trump las reconsidere, destacando que tales decisiones podrían afectar negativamente las relaciones comerciales entre Estados Unidos y sus principales socios, como México y Canadá.
En una reciente declaración durante su visita a una estación de bomberos en Nantucket, Massachusetts, Biden subrayó la importancia de mantener relaciones estables con estos países vecinos, que, según él, son aliados clave para Estados Unidos.
“Lo último que necesitamos hacer es empezar a arruinar esas relaciones”, dijo el presidente saliente, quien también señaló la necesidad de garantizar una transición pacífica antes de entregar el cargo a Trump el próximo 20 de enero.
Trump, por su parte, ha argumentado que los aranceles se aplicarán hasta que México, Canadá y China detengan el flujo de inmigración ilegal y drogas hacia EE. UU. Expertos económicos alertan que tales medidas podrían provocar una serie de repercusiones económicas negativas tanto para Estados Unidos como para sus socios comerciales. En particular, se teme que México, que envía alrededor del 80 % de sus exportaciones a EE. UU., pueda enfrentar consecuencias graves si los aranceles se implementan.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha advertido que cualquier arancel podría desencadenar una respuesta similar de parte de México. Mientras tanto, en Canadá, se calcula que un recargo del 10 % podría costar alrededor de un 1 % del PIB, lo que podría llevar a una recesión profunda en el país si la tasa subiera al 25 %.
Ante estos posibles escenarios, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha convocado reuniones de emergencia con las provincias para elaborar una estrategia en respuesta a las políticas de Trump.